PRÓLOGO
La Asociación de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, canónicamente erigida el 30 de Mayo de 1912, e la iglesia del convento de la Visitación en Santiago de Chile, calle Huérfanos 2341, practicará en honor de la Santísima Trinidad, 3 veces en el año, la devoción de los Doce Jueves, para honrar a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, al Sacratísimo Corazón de Jesús y a San José, principales Patrones de la Asociación desde su fundación en Isodan, Roma y Barcelona.
Las tres series se celebrarán, en lo posible consecutivamente, la primera, conmemorando el día que la Iglesia le ha consagrado (31 de Mayo). 2.a serie para honrar el misterio de su Asunción al Cielo (15 de Agosto), y 3.a para tributarle sus más tiernos y entusiastas cultos en la fiesta de su Inmaculada Concepción (8 de Diciembre); empezando en tiempo conveniente para concluir el Jueves próximo a cada fiesta, respectivamente.
¡Confianza!
Durante la celebración de los 12 Jueves, se leen acciones de gracias en cada uno de ellos, tanto en el orden espiritual como en el temporal: conversiones, gracias de salud, arreglo de intereses, etc.
¡Que muchos, pues, se unan para hacer llegar al cielo un concierto de alabanzas y plegarias a la Abogada de las causas difíciles y desesperadas!
OFRECIMIENTO DE LAS MISAS A NUESTRA SEÑORA
Oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón, vengo a rogarte que ofrezcas, oh celeste Tesorera, al Padre Eterno y Dios de todo consuelo y esperanzas, todas las misas que he oído y oiré hasta el fin de mi vida; todas las que he hecho y haré decir; todas las que se han dicho y se dirán hasta el fin de los tiempos y ofrecerle especialmente la Víctima Divina que es su mismo Hijo Unigénito, agonizando, muriendo y ofreciéndose por amor nuestro en la cima del Calvario, como a esta hora se ofrece (en éste y) en tanto altares del mundo a la vez y también las últimas y preciosas gotas de Sangre y agua salidas de la herida del Divino Corazón; presentándoselo en vuestro Corazón Inmaculado, con todos sus méritos, por mis adoraciones, acciones de gracias, desagravios y súplicas ardientes y humildes, para obtener la contrición perfecta de mis pecados, para mí, para los míos y para los que hayan de morir en este día; y haciendo tuyos los ruegos de este pobre pecador.
¡Oh Vos, la Omnipotencia suplicante!, alcanzadme (se dice con ilimitada confianza las gracias que se desean) que yo todo lo espero por Vos, porque creo en tu amor de Madre para conmigo. Amén.
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
100 días de Indulgencia.- Pío IX.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
300 días de Indulgencia.
Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en vuestro amor para conmigo
300 días de Indulgencia.
LOS DOCE JUEVES EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Acto de Contrición
¡Oh dulcísimo Jesús!, mi alma está triste porque os ha ofendido; dignaos suplir Vos mismo lo que falta a mi dolo9r y ofrecer a Dios, vuestro Padre, todo el dolor que ha experimentado vuestro amantísimo Corazón por mis pecados y los de todo el mundo. Amén. – 5 – V. N.
Perdón, ¡Dios mío!, perdón de todas las faltas que conozco, y de todas las que no alcanzo a conocer.
Perdón de todos los pecados que he cometido y he hecho cometer. Perdón de todo el bien que he dejado de hacer o que he hecho mal.
¡Declararé mi iniquidad, y estaré siempre lleno del deseo de expiar mis pecados!... Ps. XXXVII.
¡No despreciéis, oh Dios mío, al corazón contrito y humillado!... Ps. L.
ORACIÓN DE CONFIANZA EN LA MISERICORDIOSA BONDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Me postro humildemente a vuestros pies, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, y aunque pecador, os suplico vengáis a mi socorro. Sois la Madre de la Esperanza y de la Misericordia; por esto mismo estoy seguro, no solamente de no ser rechazado, sino también de hallar en Vos compasión. Si no me ayudáis, estoy perdido. Considerad, cuánto me ha amado el Sagrado Corazón de Jesús, vuestro Divino Hijo, puesto que ha llegado hasta querer ser traspasado por el hierro de la lanza… Pero Vos sois también Madre mía, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, por lo que no quiero ni puedo dudar que no vengáis a mi socorro. Si me atreviese a dudar, injuriaría vuestra misericordia, porque no la negáis jamás a aquéllos que Jesucristo no ha rehusado su preciosísima Sangre. No os pido honores en la tierra, pero, os pido sí, el cielo, y para esto la gracia de Dios, el amor de Jesucristo, el cumplimiento de mis deberes. ¡Oh Madre mía, en Vos pongo, después de Dios, toda mi confianza; por vuestra intercesión espero salvarme, como lo imploro de Vos, y tendré así la felicidad de bendeciros durante toda la eternidad! Amén.
A continuación se leerá la Meditación correspondiente a cada Jueves.
ACORDAOS A NTRA. SRA. DEL SAGRADO CORAZÓN
Oración muy eficaz
Acordaos, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, del inefable poder que vuestro Hijo Divino os ha dado sobre su Corazón adorable. Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar vuestra protección, ¡oh celeste Tesorera del Corazón de Jesús!, de ese Corazón que es manantial inagotable de todas las gracias, y que podéis abrir a vuestro gusto, para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra. ¡Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos (Expóngase aquí la gracia que se desea). No, no podemos ser desairados, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. Así sea.
Único texto oficialmente aprobado por Roma – 200 días de indulgencia; una vez al día.- Pío ix, 13 de Junio de 1870.
Tres Ave Marías.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
200 días de indulgencia.
Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en vuestro amor para conmigo.
200 días de indulgencia
¡Jesús! ¡María! ¡José!
7 años y 7 cuarentenas de indulgencia.
INVOCACIONES
¡Oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!
Te pedimos:
1.- Por la exaltación de la Iglesia e intenciones del Soberano Pontífice,
2.- Dirigid a los Obispos y al clero en las vías de la santidad y multiplicad las vocaciones al Sacerdocio.
3.- Conservad la fe a nuestra patria que os ama,
4.- Convertid a los pecadores más endurecidos,
5.- Salvad a los que han de morir, hoy mismo,
6.- Que la luz perpetua alumbre a los que nos han procedido,
7.- Dígnese vuestro amor conducirnos al Sagrado Corazón de Jesús.
V.- Rogad por nosotros, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!
R.- A fin de que, por Vos, ¡oh sublime Esperanza de los desesperados!, nos hagamos dignos de las promesas de Jesucristo vuestro hijo.
Oración
Dios mío, que habéis querido para el triunfo de vuestra misericordia y la salvación de nuestras almas, dar a María Virgen Inmaculada, un poder inefable sobre el Corazón de Jesús, concedednos por sus ruegos y sus méritos la gracia de vivir y de morir en vuestro santo amor. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Así sea.
ORACIÓN PARA REZARLA EN LAS REUNIONES DE TODOS LOS JUEVES DEL AÑO
Os habéis acordado, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón, para nuestro mayor bien, que el Corazón de Jesús es la fuente inagotable de todas las gracias, y que Vos podéis abrirlo a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y misericordia, de luz y de salvación que encierra, y os habéis dignado derramarlos sobre nosotros con profusión.
¡Oh celeste Tesorera del Sagrado Corazón de Jesús! Nosotros os lo agradecemos mil y mil veces.
Y Vos, Señora Nuestra del Sagrado Corazón, desde vuestro trono de gloria, ponéis los ojos sobre vuestros hijos y a cada uno de nosotros le decís estas palabras que queremos grabar en nuestros corazones con caracteres de fuego, como un triple y dulce recuerdo:
“Acordaos ahora y siempre, ¡oh hijos míos!, que soy vuestra Madre, la Esperanza de los desesperados y la Tesorera del Sagrado Corazón de Jesús.”
Siempre, sí, siempre nos acordaremos, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!; ayudadnos con el socorro de vuestra intercesión y con la gracia de vuestro Divino Hijo. Así sea.
ORACIÓN DE CONFIANZA EN LA MISERICORDIOSA BONDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Me postro humildemente a vuestros pies, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, y aunque pecador, os suplico vengáis a mi socorro. Sois la Madre de la Esperanza y de la Misericordia; por esto mismo estoy seguro, no solamente de no ser rechazado, sino también de hallar en Vos compasión. Si no me ayudáis, estoy perdido. Considerad, cuándo
I JUEVES
Presentación de María al Templo
Pensemos un instante en María, en su Inmaculada Concepción, en su nacimiento, su consagración a Dios, su vida de oración en el templo.
“Considerémosla apresurando por sus ruegos la venida del Mesías, y en consecuencia, ejerciendo ya un gran poder de atracción sobre el Corazón del Hijo de Dios que iba luego a encarnarse en Ella.
Humillaos de que hasta ahora, vuestras oraciones hayan sido tan poco eficaces, porque no érais del número de aquellos que la Escritura Santa llama hombres de deseos o porque no teníais bastante confianza en Dios y en Nuestra Señora del Sagrado Corazón” (6).
2º Con María se puede todo; porque Ella quiere para nosotros todo el bien posible, y la súplica que su Corazón difunde a favor nuestro en el Corazón de Dios es todopoderosa, con la condición única, que tengamos en Ella una confianza sin límites (7).
3º Jesús ha dado a su Madre un imperio absoluto sobre su Corazón. Ella es, no cabe duda, la que posee la llave de esa fuente inagotable de todas las gracias, la cual puede abrir a su agrado para hacer descender sobre el mundo todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación.
Luego, podemos muy bien llamarla Señora del Sagrado Corazón, es decir, Soberana, Dueña del Corazón de Jesús, y dirigirnos a Ella bajo ese nuevo título con una confianza ilimitada, sobre todo en los momentos más difíciles y en las circunstancias más delicadas (8).
Aspiración.- Y puesto que sois mi Madre, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, oíd favorablemente mi petición… Sacad para mí del Corazón de vuestro Divino Hijo, la conversión, el fervor y la salvación.
Resolución.- Como un niño confía en su madre, quiero confiar yo en Nuestra Señora del Sagrado Corazón, mi Madre compasiva. Acordaos.
II JUEVES
La Anunciación
“No temas, María, le dijo el Angel, porque has hallado gracia delante del Señor.”
Y a continuación le anuncia el gran misterio.
La Virgen, después de haber articulado la respuesta que Dios esperaba para consumar el misterio de la Encarnación: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”, permanece en silencio, y nuestra imaginación, no es bastante elevada ni bastante pura, para apreciar bien lo que debieron ser las horas de adoración que siguieron al milagro que acababa de operarse en Ella.
Pensemos (¡oh, dios mío; pensemos y confundámonos con este pensamiento), hay una hora semejante para nosotros cada vez que comulgamos. En esa hora adoremos, amemos, desagraviemos y pidamos gracias (9).
2º Es en este día, ¡oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, que fuisteis escogida por Dios, para formar de vuestra sangre virginal el Corazón adorable del Redentor. Este Corazón es vuestro tesoro y Vos sois la dispensadora de todos sus méritos; dignaos disponer a favor nuestro (10).
3º La Santísima Virgen dijo un día a Santa Gertrudis: “A favor de los que recordarán la alegría de mi alma en el día de la Encarnación, realizaré lo que me canta la Iglesia: “Monstra te ese matrem”. Yo me mostraré para ellos madre del Rey de gloria y madre del suplicante: madre del primero, desplegando el poder que tengo de socorrer a los hombres; madre del segundo, dilatando en su favor las entrañas de mi misericordia” (11).
Aspiración.- ¡Oh Señora Nuestra del Sagrado Corazón!, obtenedme para todos los días de mi vida, conformidad a la voluntad de Dios.
Resolución.- Quiero ser fiel a las inspiraciones de la gracia y decir con María: “He aquí la esclava del Señor”.
Acordaos.